sábado, 24 de septiembre de 2011

La Luz que debemos hallar dentro nuestro

La Luz

Enseño el maestro:

-Dos luces creó Dios.La del primer día y la del cuarto día.En el cuarto día aparecieron las luminarias del cielo,sol,luna,estrellas.Es la luz natural.Es la luz regalada de la que disfrutan rocas,culebras,hierbas,moscas y hombres.Es el tiempo que se mueve entre estaciones y rotaciones.Es la rutina.

La luz del primer día,en cambio,no es regalada.No está ahí.Esta,pero no ahí.Está pero hundida entre cáscaras y recipientes y vasijas que la aprisionan.

¿Qué debemos hacer para obtenerla?-preguntó uno de los discípulos.El maestro lo miró con cieta curiosidad :¿Obtenerla? No se obtiene,no es cosa que se obtiene y se guarda y se retiene y secompra y se vende y se atesora.Es vida,es vida profunda,auténtica y felíz.Es amor.No se obtiene,hay que rescatarlade los escombros que la hunden y asfixian.Hay que remover escombros.

Qué escombros? –preguntó otro,ansioso,desvelado.-Los de tu vida cotidiana,los de tus mezquinas pasiones,los que se relacionan con el verbo obtener,tener,poseer,consolidar.Primero hemos de liberarnos de esta nuestra tendencia a la seguridad y a garantizarnos el futuro construyendo prisiones en las que nos introducimos para que el viento no nos roce.Y ahí nos volvemos cosas,prisiones de ideas,de afectos,de álbumes de fotos,de petrificaciones del tiempo vivído.Esos son los escombros,las cáscaras.

Dónde está esa luz? – insistí yo -¿Dónde?-Está donde la hagas ser.Tú la haces,la re-haces.Al quitarle de encima ropajes y escombros,prisiones y muros de piedras,te conectas con la única realidad,y se te hará la luz.La luz es un encuentro.

Un azar? –aventuró una voz tímida.-El encuentro es azaroso,el trabajo y la preparación para el encuentro es tu disciplina-respondió severamente el maestro-

Vete de tu yo endioso,y camina ; en el camino encontrarás la luz que en el camino vas tejiendo.Cuando la veas tendrás la sensación de presenciar un milagro.Y es milagro,pero de ti emana,de ti.


(*) Texto del filósofo y cabalísta Argentino Jaime Barylko